LO ETERNO, Blas de Otero
El poema titulado LO ETERNO pertenece a la obra “Ángel fieramente humano” (1950). Contiene los rasgos característicos de la poesía existencial de Blas de Otero, cuya trayectoria poética puede definirse como el paso del yo al nosotros, es decir, de la expresión de la angustia existencial individual del poeta a la manifestación de su solidaridad con los demás seres humanos (poesía social). Ambas están relacionadas con el hombre. La primera en su atormentada relación con el amor, la vida, la muerte, Dios; y la segunda en el hombre considerado no como un individuo aislado, sino, en palabras del poeta, como miembro de una colectividad inserta en una situación determinada.
Entre los poemas de su etapa existencial, LO ETERNO, es uno de los más reveladores del hombre como ser temporal e imperfecto y del planteamiento vital de la existencia y la aceptación de la propia mortalidad (un hombre sin más destino que apuntalar las ruinas/ es que se sabe vivo y mortal). El resultado es el vacío característico de la poesía desarraigada de los años 50.
De los temas fundamentales de “Ancia” (1958), que es la obra que se publica recopilando “Ángel fieramente humano” (1950) y “Redoble de conciencia” (1951), que son Dios, el amor y la muerte, este poema reúne principalmente uno: la muerte, centrándose en el tema de la trágica agonía del hombre, horrorizado en la angustia de su vacío existencial. Podemos ver que el tema de la muerte se convierte en una obsesión para Blas de Otero debido a las muertes de su hermano y su padre. Además, los conflictos bélicos que vivió también contribuyeron a su obsesión por la muerte
Este núcleo temático aparece configurado por la integración de unos motivos complementarios que exponen la esencial tragedia de la condición humana, cuya existencia está fatalmente condenada a la muerte. Muestra la soledad del hombre ante el mundo y su deseo de la vida eterna. Podemos ver como sitúa estos temas entorno a un marco natural, haciendo referencia a varios elementos de la naturaleza (árbol, mar, estrellas, río, aire, nieve). Mediante el uso de estas palabras demuestra que mientras que estos elementos se encuentran en armonía, el hombre se encuentra solo en medio de este inmenso mundo (sólo el hombre está solo). Además de esto, se muestra cómo el hombre es consciente de su mortalidad (es que se sabe vivo y mortal), lo cual le horroriza, ya que se da cuenta de que el paso del tiempo, es decir, el vivir, significa ir muriendo (ese río del tiempo hacia la muerte). Por lo tanto, se refleja el deseo del hombre de seguir siendo eterno, seguir viviendo, dándole la espalda a la muerte; pero sabe que la muerte siempre estará ahí (seguir siendo, subir, a contra muerte, hasta lo eterno/ pero la muerte desde dentro mata). Esta situación somete al poeta a una irremediable angustia existencial.
En cuanto a la estructura métrica, el poema está formado por veintiún versos, divididos en seis estrofas de tres y cuatro. Y aunque utilice el verso endecasílabo, aparece una excepción en los versos cuatro y cinco, ya que su medida es de siete y de cuatro sílabas. Respecto a la rima, LO ETERNO es un poema que no tiene rima, cosa que no es muy habitual en los demás poemas de este autor. Si analizamos la estructura interna podemos dividir el poema en dos partes:
§ 1ª parte (primeras tres estrofas): la soledad del hombre y la conciencia de su mortalidad en medio del carácter eterno de la naturaleza.
§ 2ª parte (últimas tres estrofas): el deseo de supervivencia y eternidad, y la obsesión por la muerte y el sentimiento de rechazo hacia ella.
En la expresión de esa angustia que caracteriza esta etapa de Blas de Otero encontramos los recursos habituales de su poesía:
§ Encabalgamientos abruptos: sin más destino que / apuntalar las ruinas; romper el mar / en el mar; es que se sabe / vivo y mortal...
§ Intensificación expresiva que se obtiene con la reiteración del mismo elemento léxico:
○ Repetición: el mar- la mar
○ Paralelismo: es que se sabe, es que se siente, es que quiere / pero la muerte ve, pero la muerte vela, pero la muerte mata
○ Personificación: la muerte ve, vela, mata
§ Aliteración de la “r” que también intensifica la sonoridad del poema: romper el mar en el mar; las estrellas crepitan...
§ Contraposición: la nieve en llamas
§ Metáforas: mecen los árboles el silencio verde; ese río del tiempo hacia la muerte
§ Comparaciones: un mundo como un árbol desgajado; el mar como un himen inmenso
Muchisimas gracias, me ha ayudado mucho para el trabajo.
ResponderEliminar